El primer edificio racionalista

  • Arquitecto: Pedro Mariño y Santiago Rey Pedreira
  • Fecha: 1930-1932
  • Dirección: Calle San Andrés, 157-159.

En San Andrés, uno de los epicentros del Modernismo coruñés, se levanta en 1930 el que está considerado el primer edificio racionalista de la ciudad. También es la primera obra de un joven arquitecto, Santiago Rey Pedreira, que llega a la ciudad tras finalizar la carrera en Madrid y comienza a trabajar con Pedro Mariño, uno de los máximos representantes del eclecticismo, incorporando al estudio del autor del Ayuntamiento de María Pita y el Dispensario Antituberculoso Sol, nuevos lenguajes de la vanguardia europea como la arquitectura expresionista de Erich Mendelsohn.

Este conjunto de viviendas fue producto de la colaboración de ambos (Mariño fallecería en 1931), al igual que en el de la calle Ferrol, 12. Se compone de dos edificios distintos: Formoso, y el edificio Cés, firmado solamente por Rey Pedreira en 1932, que se perciben exteriormente como un volumen único con pautas compositivas comunes. Su estilo se relaciona fácilmente con el tipo de arquitectura que vemos en el edificio La Atalaya, y la distribución interior de las viviendas, por su sencillez y el predominio de las líneas curvas, se consideró algo insólito para la época, ya que todas las habitaciones dan al exterior y al otro lado de un pasillo se sitúan baños y cocinas, que tienen acceso a los patios.

Casa Formoso comprende un bajo comercial, cinco plantas con viviendas, una gran terraza y un ático con estudios, ampliado posteriormente por Rey Pedreira. Frente a la verticalidad y la profusión decorativa de inicios de siglo, se produce una ruptura por la ausencia decorativa, su composición horizontal y las esquinas semicirculares, dinámicas y acristaladas.

A partir de esta obra, el racionalismo encontraría su hueco en A Coruña, aunque su expansión se vio frenada por el estallido de la Guerra Civil.

Para ampliar información: Casas Formoso y Cés. Fundación Docomomo Ibérico.

Fotografías: Mario Entero.

El barrio de la Pescadería

La extensión de la Pescadería se plantea en 1875, desde el istmo de la Ciudad Vella hasta Juana de Vega. Tenía previsto acoger una gran densidad residencial con una serie de espacios libres, entre los que destacan las plazas de Santa Catalina y plaza Cormelana, actuando la calle San Andrés como articuladora. Sufrió una transformación en su trazado que dibujó el espacio actual de la plaza Santa Catalina donde destaca la fuente de Neptuno, considerada la más antigua de la ciudad.

Hasta ella llegaba el acueducto que traía agua desde el Monte de San Pedro, en un trayecto conocido como el ‘Viaje de Visma’. Así, en ella se reconocen ya las figuras de las primeras aguaderas con las sellas, siendo el primer punto de distribución de agua potable en la ciudad.

La recuperación de la Pescadería, por su valor urbanístico y las joyas arquitectónicas que contiene resulta esencial para proteger la historia y la esencia de A Coruña.