Casa Solla

Una joya rescatada

• Arquitecto: Ricardo Boán y Callejas
• Fecha: 1912-1914
• Dirección: Calle San Andrés, 100

Desde 2019, podemos volver a disfrutar de una de las joyas de la Pescadería, el edificio de San Andrés, 100, conocido como también como Casa Solla por la tienda que tenía en el bajo. Con acceso desde la pequeña travesía Vista, se trata de una obra de 1912 de Ricardo Boán y Callejas, que ha sido restaurada respetando tanto la fachada original como las divisiones internas del inmueble para alojar en su bajo un local y disponer viviendas en sus tres plantas exteriores y su buhardilla. 

San Andrés, 100 destaca por su decoración neo-barroca de inspiración francesa con abundantes motivos vegetales, propios del estilo modernista. Llama la atención por su galería central y sus miradores con barandillas de hierro. Todo ello estuvo oculto durante años tras un muro de hormigón y ha vuelto a la luz. Tan solo se le ha añadido un ascensor, cuya instalación apenas afecta a la distribución. El edificio ocupa una parcela de 124 metros cuadrados por planta y es uno de los más elegantes de esta calle comercial. Su estructura compositiva es casi idéntica al edificio La Llave, realizado un par de años antes, e incluido también en esta ruta.

El autor, nacido en Cuba, se considera el introductor del modernismo en A Coruña y proyectó varias obras de Pescadería, entre ellas el número 68 de esta misma calle, o su espectacular edificio frente a la Iglesia de San Nicolás, fácilmente reconocible por su galería en verde y su fachada de rayas en blanco y color caramelo. Boán y Callejas, que fallecería en A Coruña de tuberculosis en 1915, con apenas 36 años, era un amante de la decoración mediante hierro de fundición, la madera de tea, el cemento moldeado y el ladrillo visto. En el edificio que hoy visitamos, busca el contraste cromático pintando la fachada en tonos claros, y consiguiendo así un aire sofisticado.

Fue estrecho colaborador de Julio Galán y con él firmaría su obra más conocida: el Palacio de Justicia (1927), ya en el Ensanche, que lamentablemente no pudo ver construida. Otro buen ejemplo de cómo utilizar la geometría, el volumen, el cromatismo y la profusa decoración sin que el edificio se vea sobrecargado.

Para ampliar información:

• San Andrés, Antes y Después. G. Malvido y A.Rodríguez. La Opinión de A Coruña.
• San Andrés recupera una de sus joyas. Mila Méndez. La Voz de Galicia.

Fotografías: Mario Entero